En la colonia Roma resalta el encanto culinario de esta trattoria con el sello del chef Rafael Prado
Lo que más me importa es la calidad de mi cocina. Nunca antepongo que las cosas salgan rápido ante la importancia de dar a cada ingrediente, cada proceso, a cada platillo su tiempo necesario para tener el resultado óptimo que espero, dice Rafael Prado, chef ejecutivo de Trattoria Barolo, en la colonia Roma.
Con esa filosofía de trabajo, producto de la disciplina, la investigación y la dirección de reconocidos chefs como Santiago Migoya, Rafael ha hecho de Barolo un dinámico y sobrio laboratorio donde se generan algunas de las más exquisitas delicias de la cocina italiana en la Ciudad de México, en un lenguaje depurado que habla de la obsesión por la calidad del ingrediente y el ejercicio inobjetable de las técnicas culinarias clásicas.
«Pertenezco a una de esas generaciones para las que la exigencia lo es todo. El día empezaba a eso de las 3 o 4 de la mañana para ir a la Central de Abastos a escoger el mejor producto; y de ahí la jornada no para hasta llevar el platillo que ansiamos, que visualizamos , a la mesa de nuestros comensales«, dice Rafael.
Desde sus años de formación estudiantil en el Instituto Thomas Cook, Rafael ha sido un apasionado de la técnica francesa, factor que ha sido fundamental en el desarrollo de distintos proyectos restauranteros, marcando las bases para formalizar conceptos de alta calidad.
El virtuosismo de sus pastas, a la manera del Cappelletti de lengua y pasta de trufa; Fagottini de nduja calabrese, calamar, azafrán; los Gnocchi de camote, salchicha calabrese y espinaca; así como los Scarpinocc de queso taleggio dan cuenta de su oficio en las culinarias mediterráneas, segmentado triunfalmente con matices de la Península Itálica.
«No me importa ser un cocinero reconocido, sino uno que valga la pena conocer», dice con entusiasmo Rafael, rememorando además su participación en Millesime GNP en 2023.
«Llegamos sin que la mayoría de la gente tuviera idea de quiénes somos. Pasamos inadvertidos para muchos y eso me ponía bastante inquieto. La gente del equipo me decía que no me preocupara, que ya estábamos ahí, que todo saldría bien. De pronto llegó un señor con la idea de conocer, de probar. Terminó la degustación muy contento, sonriente y satisfecho de habernos visitado. Para mí eso fue suficiente para sentirme pleno en todo el evento», expresa con una sonrisa.
Hoy Barolo se posiciona como u fino reducto de sabores italianos, con una sugerente carta de vinos de aquel país y una animosa coctelería en la que destaca la fina hechura de su Negroni, calificado, y coincido con ello, entre los mejores de la Ciudad de México.
La cocina de Barolo anima a adentrarse en la sutileza, en el detalle, en el juego minucioso y provocador de los sentidos, factores que el chef Rafael Prado maneja con maestría.
«La propuesta del chef Rafael Prado es el de una cocina italo-mediterránea, la cual refleja una evolución al alejarse de lo tradicional para explorar, innovar y ofrecer nuevas experiencias culinarias a sus comensales. Su compromiso con la calidad se refleja en platos como el capelletti de lengua y el risotto de hongos y pasta de trufa, en los cuales imprime su sello personal»,
Barolo Trattoria
Barolo
Dir. Orizaba 203, Roma Norte, 06700, CDMX
Tel. 55 9232 1964
www.barolo.mx
CRÓNICAS DEL ESTILO 